dilluns, 25 de gener del 2010

de VALENTINA

No sabía quién dirigirme, gracias por abrir este blog dónde poder expresarme.
No tengo muchas palabras con la que expresaos el dolor que siento y el nudo en la garganta que me ahoga. Sólo decir que me uno a vuestro dolor, al de sus amigos y al de su familia, que me gustaría acercarme a Barcelona para decirle adiós en persona pero que por desgracia no es posible.
Mi nombre es Nuria y vivo en Madrid, conocí a Pepito hace casi 20 años, en el puertecito de Alcocebre y esa noche caía la lluvia de estrellas de las Perseidas más bonita que jamás he vuelto ver y desde entonces mantuve una bonita amistad con él.

Yo estaba en el puerto con mi padre y su mujer ( aburridísima) y llegó una motora con dos hombres gritando ¡CUIDADO QUE VAMOS SIN GOBIERNO! y un pescador contestó, no os preocupéis que el país tampoco lo tiene y no pasa nada, mientras el resto de barcos echábamos más defensas al agua.
Amarraron el barco dos amarres más allá que el nuestro y yo, que estaba en bañador baldeando el nuestro, veía como uno de los dos intentaba arreglar el motor averiado y se llenaba de grasa hasta el último pelo y el otro que era mas bien menudito ocupaba el resto de la cubierta moviéndose y gesticulando, y yo pensaba,¿cómo alguien tan menudo puede ocupar tanto espacio?.
Unas horas más tarde Pepito estaba hablando con mi padre y adulando a su barco, hasta que salí yo y me invitó a ver la lluvia de estrellas esa noche con su amigo.
Pasé una noche inolvidable, me reí como hacía tiempo que no lo hacía y los días siguientes me escapaba por la escotilla de proa todas las noches para estar con ellos.
La verdad es que yo me seguía preguntando cómo consiguió en tan poco tiempo ocupar mi corazón de esa manera.
Fui a verlo un par de veces más a Barcelona y cuando mi padre vivía en Casteldefels nos volvimos a ver varias veces más allí.
Se hizo el dentista de mi padre y le implantó toda la parte superior de su boca, pero luego mi padre se fue a vivir a Andalucía y ya no fue más su paciente, pero siempre me pregunta por él y Pepito siempre me decía que fuera a revisarse la boca, aunque en casi 20 años no ha vuelto a tener ningún problema en ella.
Él vino a Madrid también un par de veces, la última hace 3 ó 4 años, y yo siempre lo llamaba por su cumpleaños y de vez en cuando charlábamos por teléfono y nos contábamos nuestras vidas, la verdad, yo más a él que el a mí.
No sé a quién voy a llamar cada 1 de diciembre a partir de ahora.
Gracias a Xavier Nin por avisarme y a la chica que, perdón, olvidé tu nombre, pero gracias por hablar conmigo y permitirme consolarnos juntas.
Besos y abrazos para todos los que lo querías.
En especial a su ex mujer, a quién sé que Pepe quería muchísimo.




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