La verdad me
consideraba amigo de él, nos conocíamos
de hace más de 30 años, y nos habíamos ayudado mutuamente en todo momento.
Él me había
arreglado mi desastrosa dentadura muchísimas veces a todas horas como a ti, en casa y en la
consulta.
Habíamos
estado cantando en su casa y en su barco el “CocoLiso”, (que tuvo que vender
porque le ofrecieron unos dineros que necesitaba), él con su saxo y yo con la guitarra noches y mañanas enteras hasta
quedar reventados y sin voz.
Habíamos
estado de discos, de cenas, de fiestas,
de tertulias, cantado, reído y llorado de
alegría innumerables veces hasta las
tantas.
Habíamos
tocado como podíamos, el violoncelo fantástico que él fabricó a partir de una
vieja guitarra, junto con su también muy amigo Vasil, violoncelista de la
Filarmónica de Barcelona .
Recuerdo que
tenía un Ferrari, que lo tuvo que vender porque le daba muchos problemas con
las reparaciones, y posteriormente un Mercedes que tuvo un siniestro total
cuando bajaba de esquiar un día de la Molina, donde habíamos estado juntos unos
días .
El Pepito se
quedó sin coche, pero a ver al cabo de
un tiempo que él sin su coche se sentía vacío, le regalé un deportivo rojo que yo usaba muy poco. Él, al principio no creía
que alguien le pudiera regalar un coche, pero yo le dije que se lo regalaba de
verdad porque a él le gustaba.
La satisfacción
que me dio a mí, ver como él saltaba de alegría, fue algo parecido a lo que le
pasó a él con tu novia, que casi él fue más feliz que ella, al ver lo que a
ella le había gustado el arreglo que le había hecho.
Pero lo que
quizás sea lo que me da más satisfacción es el regalo que me ha dejado, que es
una escultura que estaba realizando de mis
manos , y de las de mi familia , quizás todavía por terminar, de la que ya
pondré unas fotos en este blog, y que voy a conservar como un tesoro toda mi vida.
Quiero
decirte que para mí ha estado, es y será un amigo de verdad inigualable.
Xavier
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada